Si miramos el suelo de muchos de los arriates de este sector del jardín, veremos el uso de diferentes plantas a modo de tapizantes para generar un suelo siempre verde. Muchas de estas plantas, como las cintas, las clivias, los bellos agapantos, van además acompañadas de una vegetación más vistosa como las flores del paraíso, son todas originarias del entorno de El Cabo en Sudáfrica, una región que destaca por ser una de las zonas de concentración de mayor diversidad floral de todo el planeta. Muchas de las especies características del entorno del Cabo de Buena Esperanza son familiares en el sur de la Península Ibérica, debido a que ambas regiones comparten condiciones de temperatura y humedad similares que pueden tipificarse como propias del clima mediterráneo: así, las flores de las gitanillas y geranios que puede pensarse como típicamente características del sur de España lo son, en realidad, de unas plantas originarias de Sudáfrica. Por lo demás, junto ellas, destaca en el jardín de Sanlúcar la presencia de la Carissa macrocarpa como singular representante vegetal de esta región sudafricana en el jardín de los Montpensier.
No pudieron los expedicionarios detenerse en esta punta del sur de África. Conviene relatar también en qué condiciones pasaron de todos modos por aquí: a finales de 1521, la Trinidad es abandonada en el Maluco por tener una irreparable vía de agua. Una solitaria nao Victoria, con una tripulación de 60 hombres capitaneada por un marino de Guetaria, Juan Sebastián Elcano, zarpa así con rumbo a España, pero no a través del Pacífico por donde había llegado a las Islas de las Especias, sino en dirección Oeste, en lo que supondrá dar la vuelta al mundo.
Una vez que sobrepasan Timor, a finales de enero de 1522, la expedición entra en el Océano Índico navegando por regiones que, desde el reparto de áreas de influencia planetarias entre España y Portugal que supuso el Tratado de Tordesillas, entraban dentro de la jurisdicción de la corona portuguesa, en lo que suponía una transgresión de dicho acuerdo. Así, a riesgo de poder ser detenida la nao, Elcano decide cruzar el Índico sin hacer un alto en el camino. Grande tuvo que ser pues la alegría de los expedicionarios cuando vislumbraron el Cabo de Buena Esperanza.
Otras especies originarias de esta etapa del viaje presentes en este jardín: Aloe arborescens; Aloe maculata; Asparagus setaceus; Crassula ovata, Euphorbia ingens; Gazania sppzania spp.; Plumbago auriculata; Senecio cineraria; Tecoma capensis; Zantedeschia aethiopica